¡A MACHETAZOS!

Último concierto del año lo descargó Brujería

Bifurcando ramas negras entre las telarañas de mis pensamientos, mientras que mis manos al volante se comprometían con mis latidos y la hora avanzaba entre el zigzag infernal de Lima la horrible; pitos y bocinas, conjuros de hipócritas y líneas de cal. La noche tibia endulzada con licor oscuro que lentamente aplacaba el estrés de estar en medio del congestionamiento vehicular más grande del país; estaría aproximadamente a cuarenta y cinco minutos del epicentro de casi todas las descargas más grandes de este año (discoteca “Onuba”). Conduciendo y liando problemas que descartaría por esta noche, ante el metal más ruidoso y puñetero oriundo de nuestra raza latina y hablado en español. Por que esta noche los Brujería nos acogería en una gran misa negra repleta de sangre humana.

Nueve en punto de la noche de un trece de diciembre algo particular, estaciono el auto y desciendo justo en una esquina perniciosa y lúgubre de la zona, mientras que desde el interior se escuchaba los martillazos de la banda “Trepanador” de Arequipa que vertía todo su “Death/Gore” ante algunos espectadores, luego sucedía lo mismo con los legendarios “Necropsia” desgarrando su crudo estilo Death Metal. Cerca de las diez de la noche y luego de extinguirme media cajetilla de cigarros, llega para muchos el plato fuerte del mes, descendiendo de un bus particular el Cynico (Jeff Walker), el Hongo (Shane Embury), el Podrido (el sueco Adrian Erlandsson), Anti Castro y Juan Brujo…!!!.

Luego de la llegada de los Brujería descendí unos metros hacia el infierno, ingresando por una escalera a la subterránea discoteca, presentí que el ambiente hervía en gran nivel, con la fosa llena de gente, mucho humo negro alrededor y harto paisano loco y duro. No pasó más de 30 segundos de esa observación y los Brujería ya se encontraban en escena, probando el sonido de la devastadora noche, tal vez muchas caras conocidas en la cavidad mas profunda del local, mientras en las tablas ya se encontraba “Juan Brujo” acompañado del cubano “Anti-Castro” en las voces, junto al “Hongo” en la viola principal, el “Cynico” en las cuatro cuerdas y el “Podrido” en los parches.

El semblante de la banda era la misma desde los inicios de su carrera, rostros anónimos, con el sonido “deathgrindcore” bien marcado (obviamente con dos músicos precursores de este sonido como Shane Embury y Jeff Walker no se les hacia difícil capturar la vieja escuela mas greñuda del mundo). Pasaron temas como “División del Norte”, “Brujerismo”, “Colas de Ratas”, “La Migra”, “Narcos Satánicos”, “Pito Wilson”, dándole una pequeña introducción y mención especial a su última visita por Colombia con “Cristo de la Roca” y “Pablo Escobar” que fue bien recibida por el público de Limeño para que cierren el último concierto del año con la clásica “Matando Güeros”. Mucho necio y fumados por doquier, muchos gritos y sentencias de muerte, pocas nueces y mucha acción. Perfecta forma de terminar el año, que para muchos será recordado como el inicio de un nuevo ciclo para toda la raza metalera incaica, que desde años atrás vivimos a la sombra de muchos espectáculos de este calibre. Seremos pocos, pero a la vez somos la sangre más loca de toda Latinoamérica!!.

Kilombo.